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Vida de un fotógrafo confinado – Entrevista a Ramon Baylina

Ramon Baylina fue durante muchos años el encargado del Centro de Deportes del Pallars (Escuela de Piragüismo) de Sort. Ahora está jubilado y vive en Esterri d'Àneu, un pequeño pueblo situado a 960 m de altura, situado en el lado derecho del río Noguera Pallaresa, en el Pallars Sobirà.

Ahora ya hace unos cuantos años que dedica su tiempo a sus dos pasiones: la fotografía y la meteorología. Por las mañanas se levanta temprano y sale a la caza de instantes y elementos de la naturaleza; las formas sinuosas de la nieve en invierno, el estallido de colores en otoño, el comportamiento de una familia de caballos, el hielo tanto difícil de encontrar en los últimos años ... Sale sin saber qué encontrará y vuelve a casa cuando ha quedado satisfecho, con hasta 300 fotografías en la recámara.

 

Las tardes las dedica a inspeccionar estas fotografías una a una hasta que ha elegido 50, y después edita 10 y acaba publicando sólo 4 o 5.

En su galería podemos encontrar fotografías de Esterri d'Àneu, de la Vall Ferrera, de la Bonaigua, del Bosque del Gerdà, de Espot, de Alins, de Tavascan... Allí donde ya lo conocen y aparte de las fotografías también se lleva buenos ratos de charlar. Según él, si conoces a la gente del lugar es muy importante pasar a saludar, son gente amable, muy vivos, que te informan de cosas interesantes.

 

Nosotros también hemos podido conversar un rato con él, y entrevistarlo para que nos explique cómo es la vida de un fotógrafo y meteorólogo confinado. Ramón tiene 74 años, pero leyendo la entrevista le dará la impresión de que se trata de un joven recién salido de una doble licenciatura. ¡Vamos a verlo!

 


 

La fotografía es tu pasión, como estás llevándolo cerrado en casa? Has encontrado nuevas maneras de continuar haciendo fotos?


Intento hacer muchas cosas! Estoy haciendo algunas fotos desde mi ventana de casa, en la cual mis amigos y conocidos bautizaron como la "ventana indiscreta", por todo lo que consigo captar desde ella. Una vez fue muy divertido, cuando presencié una pareja joven de fuera, que estuvieron peleándose 40 minutos en las cadenas del coche. ¡Historias del Pirineo!


Otras fotografías que he podido hacer desde la misma ventana es esa que salió al tiempo de TV3, con el halo sobre el pueblo. Con el teleobjetivo he hecho algunas de las montañas que me rodean; el Tèssol, Roca Blanca...

 


Otro proyecto que tengo es fotografiar el movimiento de las estrellas de Esterri d'Àneu desde el mismo punto, me las he tenido que apañar para encontrar la manera de reducir el movimiento de la cámara y el trípode! Para hacerla necesito una noche sin nubes ni luna, y mucha oscuridad.

  


¿Qué ha cambiado más de tu día a día por el confinamiento?


Uy, yo estaba todo el día fuera. Desayunaba, cogía el coche e iba sobre la marcha, no sabía qué fotografiaría, me iba encontrando sobre la marcha: una tormenta, un insecto, la textura de una flor, de la nieve... También he llegado a levantarse me a las 3 de la mañana para coger el coche por el puerto de la Bonaigua hasta el mirador de Beret, porque sabía que a las 4h se ponía la luna detrás del Aneto y que había que hacer la fotografía en ese momento.

 

A menudo también salía sin contar las horas ni parando para comer, me llevaba un bocadillo y me estaba el tiempo que hiciera falta haciendo lo que me gusta.

Ahora trato de entretenerme, es importante no detenerse; miro muchos videos, directos, cursos... Estoy aprovechando para aprender más y dedicar tiempo a contemplar y analizar fotografías antiguas que tenía olvidadas en discos duros, y pruebo nuevas maneras de hacer composiciones con mosaicos como estos.


 

Paso muchas horas en el ordenador con ello, también editando las fotografías me gusta que cuenten una historia, cada fotógrafo tiene una sensibilidad y yo intento expresar la mía, y me hace gracia cuando también genera emociones a la gente; hay gente a los que transporta a un recuerdo, o que son de Esterri pero ahora están en Barcelona y lo reviven a través de mis fotografías... ¡Es lo bonito que tienen las redes sociales!

 

Estoy publicando fotografías en las redes sociales ahora también, o de la ventana o antiguas que aún no había publicado, porque cuando dejo de publicar mis seguidoras me regañan!

 

Y bueno, por supuesto como todo el mundo limpio el piso, voy a comprar cada cuatro días, escucho música todo el día... Es lo que hay.


Aparte de la fotografía, también te gusta mucho la meteo, de donde te viene esta pasión?

A mí la meteo me salvó que digo yo, me dio mucha vida cuando yo vine a Sort a hacerme cargo de la escuela de piragüismo. Hablo del año 1982, que hubo una riada y se lo llevó todo, toda la escuela... Encontré este trabajo a través de la Generalitat y me fui a vivir a Sort.

 

Allí se me abrieron los ojos, me vine a vivir los Pirineos, con lo que me gusta a mí la montaña! La playa no me gusta, fotográficamente el Pirineo da mucho más juego, sobre todo en otoño. El invierno también es bastante interesante, y la primavera todavía, pero el verano no, el verano no debería existir con este calor que hace.

 

¿Qué estás haciendo sobre esto durante el confinamiento?


Justo antes de hablar contigo estaba haciendo unas clases colaborativas con un grupo que tenemos de fotógrafos y meteorólogos, con quien dos veces a la semana hacemos una videollamada y aprendemos unos de otros sobre composición y edición de fotografía, meteorología...

Es un grupo que crearon hace tiempo un grupo de Sabadell junto con Eloi Cordomí (el hombre del tiempo en TV3). Cada año hacen salidas y invitan a fotógrafos del territorio, y un año me tocó a mí y desde entonces hago las salidas con ellos: hemos subido en globo, hemos subido en el Albergue del Niu de l'Aliga de noche con retrac (cuando aún no había el telecabina)... Este año teníamos una salida en el mes de mayo en el Delta, en un lugar muy especial y se ha ido a pique, pero bueno ya lo haremos en septiembre mira.

 

Y así nos entretenemos, cada uno cuenta sus historias de lo que domina, los demás escuchamos, luego les enseño yo a hacer algo... Y me lo paso pipa, la tecnología sirve de algo!

 


Emocionalmente, como has vivido esta finalización repentina de la temporada?

Ha sido un tanto frustrante, se acabó muy de golpe, además teniendo bastante nieve.

 

Pienso en todos los jóvenes del pueblo y gente del territorio que se ha quedado sin ingresos, porque después de la temporada de invierno suelen dedicarse a la vida del río, los deportes de aventura... Y claro, eso tampoco se ha podido arrancar con el confinamiento. Aquí arriba y en todo el Pallars lo están pasando muy mal, bueno en todas partes es grave.

 

¡Ya veremos cómo acabará la historia!

 


¿Qué consejos o ideas darías a fotógrafos que como tú se encuentran confinados?

Que no se detengan, hay que moverse, formarse, tener ganas siempre de mejorar, no quedarse parado. A mí no me verás jugar a la petanca nunca, y tengo 74 años.


Como el día que me levanté a las 3 de la noche para ir a fotografiar el Aneto, que me podrías decir que se está más bien en la cama a esa hora, pero este punto de frikismo se debe tener, porque si no...


El tema es tener inquietudes, las que sean; legar, escribir, fotografiar... porque si no te hundes y te apalancas, estás vivo pero estás muerto. Buscar la parte positiva de las cosas, ver qué te puedes inventar en cosas cotidianas del día a día... Sacar partido del que tienes y ya está.

 


¿Qué es lo primero que harás cuando termine el confinamiento?


Uyyy, salió como una cabra! Ir a caminar, hacer ejercicio, moverme... "Escamparé la boira" y estaré todo el día fuera, aquí y allá haciendo fotografías e intentar absorber todo lo que me he perdido este tiempo. Y comer ya comeremos, o no! No me preocupa, si estoy bien en un lugar viendo algo espléndido allí me quedaré el tiempo que haga falta. Yo solo con mi coche y paro allí donde haya algo que me llama la atención y me quedo media hora, dos o hasta cuatro horas.

 

 

Abril 23, 2020
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