Descubre estos 4 pueblos de Boí rellenados de encanto, que no lo olvides: los podrás disfrutar tanto a la temporada de verano como a la de invierno.

Boí

Boí es el pueblo más importante de todo el Valle, y de hecho, es lo qué le da nombre. El pueblo tiene un núcleo antiguo amurallado, con el castillo a la banda oeste, y la iglesia de Sant Joan fuera de los muros. En el interior del pueblo hay la capilla de la Virgen María de Roser, que hace las funciones de iglesia parroquial, y un poco distanciada en el norte del pueblo, hay los restos de la iglesia románica de Sant Pere de Boí.

El pueblo ha crecido bastante gracias al turismo en invierno, pero también tiene una afluencia alta durante el verano. Como consecuencia de este crecimiento se ha ido formando un núcleo más moderno alrededor de la carretera. No te lo puedes perder.

Barruera

Barruera se encuentra en un ensanchamiento del valle de Boí, a la derecha de la Noguera de Tor. Es la cabeza de municipio del centro de arte románico más importante de la comarca. La edificación del núcleo antiguo del pueblo se encuentra junto a la solana de la carretera que recorre el valle. En Barruera son comunes las balconadas de madera trabajada, cubiertas por un tejado volado.

Los muros son de piedra y roblonados, y las cubiertas tienen losa de pizarra del país. Barruera también dispone de una serie de apartamentos a las afueras del pueblo, puesto que también es un centro turístico muy importante.

Taüll

Taüll se encuentra al fondo del valle de Boí, un poco elevado al costado este del valle. El pueblo dispone de dos de las iglesias románicas del Valle de Boí declaradas Patrimonio Mundial de la Humanidad por la UNESCO: la de Santa Maria de Taüll, y San Climent de Taüll. Además también dispone de una ermita también románica lejos del núcleo de población: Sant Quirç de Taüll.

Hoy en día, Taüll vive totalmente del turismo, a pesar de que todavía se mantiene cierta actividad ganadera, la tradicional de esta zona. Aparte de las iglesias, Taüll ofrece diferentes servicios a los visitantes: supermercados, residencias-casas, hoteles, bares y restaurantes, tiendas de ropa y recuerdos, un camping, y una pequeña discoteca. 

Durro

En el pueblo de Durro se llega por una carretera asfaltada que sale de Barruera, cruza el río y se ensarta por la costa de forma serpentina. A pesar de que no tiene estructura de pueblo cerrado, el núcleo tiene una imagen medieval, debido a las construcciones antiguas de las cuales dispone.

El casco urbano ha sido declarado bien cultural de interés nacional. Las casas, pajares y bordas del núcleo son de una a tres plantas de estatura,y son frecuentes las balconadas de madera trabajada que se cubren con cubiertas de losa de pizarra. El pueblo, a casi 1400m de altitud, se encuentra sobre la orilla derecha del torrente de Durro. Destacan la iglesia parroquial románica de Santa Maria, y relativamente cerca del pueblo hay la ermita románica de Sant Quirç. Por la fiesta de este santo, en esta ermita tienen lugar las llamadas fallas de Durro.