El Estima Fest reunió cerca de 3.500 personas la noche del sábado 3 de marzo. El aparcamiento del telecabina de la estación fue el espacio ideal para acoger el escenario por el que desfilaron Els Amics de les Arts, el DJ de Radio Flash Bac Carlos Pérez y el humorista Pep Plaza. La tarde plácida y soleada invitó a que la Fiesta fuera un éxito en la asistencia ya a primera hora, una animación que se prolongó hasta la noche cerrada, con un público entregado que aguantó unas temperaturas propias de una noche de marzo a 1.700 m de altura.
Más de 3.500 personas disfrutaron este sábado de la Estima Fest en La Molina, la fiesta central organizada para celebrar el 75 aniversario de la instalación del primer remonte. La tercera plataforma del aparcamiento del telecabina fue el espacio que acogió el escenario y los puntos gastronómicos que, a partir de las 4 de la tarde, vieron como desfilaban cientos personas. Algunos lo hicieron plegando de esquiar y otros venidos expresamente a la fiesta, con un servicio de trenes específico. Todos juntos fueron pasando por el Estima Fest generando ambiente y movimiento y por supuesto disfrutando de un buen rato.
A partir de 2/4 de 5 de la tarde la explanada de la tercera plataforma, cuando el sol en cara lucía de lleno, se fue llenando de familias, parejas o grupos de amigos que se acercaban al escenario para escuchar y ver de cerca la primera de las dos sesiones en directo del DJ Carlos Pérez de Radio Flaixbac.
El locutor y presentador del programa El matí i la mare que el va parir animó a los asistentes, la mayoría todavía en traje de esquí, alternando a todo volumen temas de rabiosa actualidad con intervenciones para animar el auditorio. Para ello, para entretener y divertir al público, nada mejor que contar con la ayuda del humorista Pep Plaza. Así que finalmente, por el escenario, también acabaron "desfilando" las voces de los famosos como Boris Izaguirre, el hombre del Tiempo Tomás Molina o el periodista Matías Prats, entre otros.
Un dúo divertido y festivo que sirvió para dar paso a una breve intervención del Presidente de Ferrocarrils, Enric Ticó, quien se dirigió al público asistente para darles "las gracias por su asistencia y por compartir este momento ", un mensaje que dirigió a los habituales de la estación y los que sólo habían venido para la ocasión -a los que invitó a hacerlo más a menudo y a lo largo de todo el año- y que redondeó con un "¡Viva la Molina!" antes de dejar el escenario.
El momento culminante de l'Estima Fest llegó con el concierto de Els Amics de les Arts. el grupo barcelonés subió al escenario a la hora baja, con el sol ya escondiéndose detrás la montaña de la Tosa y con unas temperaturas que cayeron en picado.
Así que el reto para Dani Alegret, Joan Enric Barceló, Eduard Costa y Ferran Piqué arriba del escenario fue, aparte de presentar su último disco Un estrany poder, mantener el público activo y caliente. Y no sería tarea fácil manejar instrumentos sin guantes en aquellas circunstancias y entorno: temperaturas en torno a los cero grados y con pistas nevadas a ambos lados.
Sobre el escenario los componentes del grupo se movieron como si estuvieran en su casa, y nunca mejor dicho, porque de hecho, ayer, se hizo público que Dani Alegret -a quien no gusta el fútbol y así lo hizo público y en directo ante cientos de aficionados a los deportes de invierno- ya es desde este viernes embajador oficial de La Molina.
En cualquier caso las horas pasaron rápido y mientras sobre el escenario se tocaban temas del nuevo disco, aún hubo tiempo para recuperar éxitos precedentes, como su famoso Jean Luc. Pocos minutos antes de las 7 de la tarde, Els Amics de les Arts se despedían de un público entregado y feliz.
Entre las 7 de la tarde y el inicio del castillo de fuegos aún pasó por el escenario Pep Plaza y su pareja Txell Sust, quien entre canciones, humor y con el "invitado estrella" -pero sólo de voz presente -, Tomeu Penya, hicieron tiempo para esperar unos minutos más para que el castillo de fuegos contrastara verdaderamente brillante bajo un cielo de noche cerrada. Un castillo de fuego, como no podía ser de otra manera para celebrar 75 años, fue realmente espectacular.
Pero la fiesta iba llegando a su fin. Tras el castillo de fuegos arrancó de nuevo una sesión dance conducida de nuevo por el DJ Carlos Pérez, esta vez con la ayuda del oportuno Gran German, quien no dejó perder la oportunidad de dedicar un rap de autor en La Molina.
La sesión del locutor de Flash Bac convirtió el aparcamiento en una auténtica sala dance -eso sí, a cielo abierto y en 1.700 m. de altura- que se prolongó a lo menos dos horas y logró retener hasta pasadas las nueve de la noche a todo un grupo de incondicionales de la fiesta y La Molina.
Ivan Sanz Tusell