Ahora que estamos en pleno otoño hemos pensado que es un buen momento para hablar sobre las setas, afición muy arraigada en Catalunya, y que seguramente muchos de vosotros este año ya habéis llegado a casa con un buen cesto de setas fantásticas y sabrosas que acompañaran vuestras comidas, y dependiendo de la “cosecha”, también las de vuestros amigos, vecinos, etc., porque, claro, alrededor de las setas se crean unos vínculos sociales muy importantes que permiten eso de: “ahora vamos con el grupo a buscar setas y después haremos un buen desayuno”, o “iremos a pasar el fin de semana a la montaña con la familia y aprovecharemos para ir a buscar setas”..., ¿no es fantástico ?.

Un simple hongo es la excusa perfecta para juntar en una época determinada del año a familiares, vecinos, amigos..., liberar la mente y hacer ejercicio...!!

Por otra parte es muy curiosa la idiosincrasia de la gente a la hora de las búsquedas de estos organismos, todo el mundo es muy reservado a la hora de declarar abiertamente las zonas donde buscan y llenan sus cestos de Kg. y Kg. de setas, sobretodo la población local que normalmente son generaciones buscando y conocen exactamente los rincones donde se reproducen. Puedes pedirles abiertamente donde encontrar setas, pero la respuesta será del tipo. “por todos estos bosques puedes encontrar...”(sic).

Hongo comestible encontrado el 16 de julio

Después hay la gente que va a buscar setas donde una vez un amigo le llevó, y entonces este amigo lleva otro amigo,... y este otro..., y de esta manera ya tenemos la acumulación y sobresaturación de gente en el bosque. Llegados a este punto es muy importante que la gente tome conciencia. El bosque no es de todos, y lo hemos de cuidar y preservar en función de  nuestras posibilidades, que simplemente es, dejarlo tal y como lo hemos encontrado. Tenemos que ser conscientes de que muchas veces pasamos por propiedades privadas donde se desarrollan actividades ramaderas y/o agrícolas y que nuestra presencia puede impactar de manera negativa, por tanto tendremos que ser muy cuidadosos y respetar en todo momento el territorio.

Y ya para acabar disfrutad de esta actividad que nos ofrece la naturaleza, y que este año está siendo excepcional debido a la climatología que nos ha acompañado, con una primavera de mucha precipitación que nos aportó una buena cosecha de murgulas, y un principio de verano muy lluvioso que nos permitió encontrar los primeros hongos comestibles alrededor del mes de julio, y que se ha alargado durante muchas semanas, y como no, el rey de la micología, nuestro querido níscalo, ... los rebozuelos, perrechico o seta de primavera..., tantas variedades que nos han hecho sentir aquella felicidad tan especial cuando las encontramos medio escondidas entre las hojas caídas..., disfrutad y, como siempre, si tenéis dudas: NO las cojáis,... pueden ser tóxicas.

Texto: Francesc Arrebola

Fotografías: Vall de Núria