Ahora que ya estamos acabando la temporada de invierno, os queremos hablar de cómo tratamos la seguridad en Vall de Núria, y en especial la que va relacionada específicamente con la nieve. Es decir, de qué manera afrontamos el riesgo de que caigan aludes en nuestras instalaciones. Pensaréis ..., si, ahora nos meterán el miedo en el cuerpo éstos de Núria,... ahora que ya es poco probable que nieve..., y que no esquiaremos hasta la próxima temporada... Bien, para vuestra tranquilidad os diremos que tenemos unas instalaciones y equipos que garantizan la seguridad en todo momento, tanto de las personas como de los materiales, y a la vez disponemos de personal formado, preparado y entrenado como artificieros para manipular éstos dispositivos, podemos estar tranquilos...
Los antecedentes de Vall de Núria en materia de aludes son diversos, y si “tiramos” de hemeroteca nos encontraríamos años de mucha nieve que causaron daños materiales en nuestras instalaciones de la estación de esquí y de la vía de acceso del cremallera, como por ejemplo las nevadas del mes de febrero de 1996 con diversos aludes en el Pla de Sallent 1 Km. antes de llegar a Núria. Recuerdo, como anécdota curiosa, que prácticamente durante todo el verano del 96 quedó un bloque de hielo enorme que tapaba todo el río de Núria en aquella zona.
Por todo ello, nos tuvimos que “poner las pilas” y buscar soluciones que pudiesen garantizar con total seguridad la línea del cremallera y las instalaciones de la estación de esquí. Un punto de partida importante fue el convenio firmado con el “Institut Cartogràfic de Catalunya” el año 2001, que nos permite aprovechar la experiencia de este equipo humano en el desarrollo de proyectos, como así ha sido. De entrada esta colaboración nos ha permitido identificar las zonas de peligro, priorizar las actuaciones a realizar y actuar en consecuencia. De manera que actualmente tenemos:
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Un sistema de predicción: donde estudiamos el manto de nieve y las condiciones meteorológicas, a parte de una serie de equipos que nos dan información en tiempo real vía módem de acumulaciones de nieve, movimiento, velocidades del viento en puntos clave, etc.
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Un sistema de desencadenamiento: donde hacemos purgas preventivas “obligando” a la nieve a que baje antes de que se acumule mucha cantidad
En lo que se refiere al sistema de desencadenamiento, básicamente tenemos dos tipos:
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El sistema Avalhex: es un sistema artificial de desencadenamiento de aludes vía control remoto y donde no se manipulan explosivos. Son artefactos localizados en puntos estratégicos, en nuestro caso tenemos seis, que efectúan detonaciones aéreas de una carga explosiva formada por la mezcla de hidrógeno almacenado en bombonas y oxígeno (ver fotografía). La deflagración que provoca esta mezcla detona un globo de látex equivalente a 2-3 Kg. de goma-2, y que hace que la onda expansiva de entre 30 y 40 metros de radio purgue las acumulaciones de nieve que puedan existir en aquel momento.
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El cañón Avalancheur: es un dispositivo neumático que dispara proyectiles sobre el manto nival, también para realizar purgas controladas por acumulaciones de nieve. Se coloca sobre una plataforma donde la elección del tiro se regula por la presión de nitrógeno de la cámara esférica (ver fotografía). Se introduce la flecha mezcla de dos componentes (Nitroroc S 8-48) que explota en contacto con la nieve mediante un detonador, y que equivale a 2,5 Kg. de TNT. Las zonas de pistas de la estación de esquí y la línea del cremallera que no cubre el sistema Avalhex, se aseguran con este dispositivo.
La diferencia fundamental entre los dos sistemas, es que mientras el primero se ejecuta remotamente desde el “centro de mando”, el segundo necesita actuar mediante nuestros artificieros allá donde se ubica el cañón. La finalidad en ambos casos es la misma, como ya hemos comentado, intentamos hacer bajar la nieve antes de que nos sorprenda haciendo purgas o aludes controlados, cuando las pistas están cerradas o fuera del horario del servicio del cremallera.
Tenemos que decir, para ir acabando, que desde que pusimos en marcha éstos sistemas de predicción y desencadenamiento, allá por el año 2003, no ha habido ningún episodio natural de caídas de nieve que hayan afectado nuestras instalaciones, y todas las situaciones de grandes nevadas han sido gestionadas con éxito de manera preventiva.
Bien, nuestro mundo es así,... si no tenemos nieve es un problema, pero si tenemos demasiada, también. La cuestión es poder afrontar con garantías de seguridad éstos excesos. Nosotros, que subimos diariamente, percibimos esta seguridad.
Hasta la próxima...
Texto: Francesc Arrebola
Fotos: David Paret
Por todo ello, nos tuvimos que “poner las pilas” y buscar soluciones que pudiesen garantizar con total seguridad la línea del cremallera y las instalaciones de la estación de esquí. Un punto de partida importante fue el convenio firmado con el “Institut Cartogràfic de Catalunya” el año 2001, que nos permite aprovechar la experiencia de este equipo humano en el desarrollo de proyectos, como así ha sido. De entrada esta colaboración nos ha permitido identificar las zonas de peligro, priorizar las actuaciones a realizar y actuar en consecuencia. De manera que actualmente tenemos:
Tenemos que decir, para ir acabando, que desde que pusimos en marcha éstos sistemas de predicción y desencadenamiento, allá por el año 2003, no ha habido ningún episodio natural de caídas de nieve que hayan afectado nuestras instalaciones, y todas las situaciones de grandes nevadas han sido gestionadas con éxito de manera preventiva.
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