Me pongo en la piel de los que estáis preparando mentalmente y tácticamente la carrera, y que a última hora te cambien parte del itinerario no hace mucha ilusión, incluso he visto comentarios por la red criticando esta decisión de la dirección de carrera y proponiendo aplazarla para otro día; pero a mi parecer, no es posible. La experiencia nos enseña que un aplazamiento es un montón de problemas, y con la envergadura de según que carreras acaba siendo más fracaso que el hecho de suspender la carrera.
Y esto me va bien para comentar que quien manda es la
montaña, ni organización ni corredores. Que, aunque sea una carrera, es una actividad alpina y prima el sentido común. Como no es viable cambiar la fecha quedan sólo dos opciones:
anular o adaptar. Y ahora llega la parte positiva y motivadora de esta opinión: No os imagináis lo chulo que llega a ser el trazado alternativo, estoy seguro que si el tiempo acompaña, nadie olvidará este trazado de segunda. Un trazado muy corredor con mucho aire, ya que atraviesa pendientes a media altura, con
rebecos, muflones, marmotas... Sí, ya se que la Olla es difícil de superarla en belleza, porque realmente lo es, pero en los tiempos que corren muchos hemos aprendido a apreciar las cosas positivas de los cambios que estamos sufriendo. No puedo limpiar la nieve de las montañas con los pensamientos positivos, y dejar el itinerario tal como todos esperaban que fuera, pero puedo mostrar mi
respeto a la montaña y agradecerle todo lo que me da, disfrutando del itinerario alternativo y apreciando los esfuerzos que ha tenido que hacer la organización a última hora para que todos estuvieran contentos. Bien todos no, siempre hay quien no quiere ver el vaso medio lleno.
Texto: David Codony
Foto: Els Bastions