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Buscando a los últimos "bons homes"

 El "Camí dels bons homes" o ruta de los cátaros sigue las huellas de los seguidores de la fe cátara cuando huyeron de la inquisición europea durante el siglo XIII. El itinerario, de aproximadamente 200km, va desde el Santuario de Queralt (Berga- Cataluña) al Castillo de Montsegur (Ariège- Francia) a través de 8 o 9 etapas que pasan por la comarca del Pallars y algunos de sus paisajes más emblemáticos.

Es una propuesta perfecta para todos aquellos que buscan disfrutar de la natura más exuberante que ofrecen los Pirineos pero sobre todo para los que aún no saben responder a la pregunta: ¿Quién eran los cátaros?

 

Carcassone, Francia

 

Europa Siglo XI: un desafío al catolicismo

 

En el siglo XI, en una Europa donde la Iglesia católica reina entre riquezas, una parte de los cristianos (al igual que más tarde haría Martí Luther) se atreven a cuestionar la hegemonía. Se trata de los "bons homes" (buenos hombres) como ellos se denominaban, o cátaros, una variante de la fe católica cansada de las imposturas de la Iglesia que se extiende por el continente.

Los “bons homes" defendían una fe libre de posesiones materiales, concentrada tan sólo en la conexión espiritual con Dios. Hacían tan sólo una distinción entre el bien y el mal y todo el que se alejaba de la espiritualidad formaba parte de la carne, que debía su origen al mal. Es por eso que, por ejemplo, los buenos hombres tenían una dieta estrictamente vegana (con excepción del pescado) porque consideraban que cualquier alimento de origen animal provenía necesariamente del pecado.

A pesar de tener adeptos por por todas partes y especialmente en las zonas fronterizas francesas (Tolosa, Albi, Carcasona, Agen...) la cúpula de la Iglesia católica, desde Roma, desde un inicio observa a los "bons homes" como una amenaza. Sus seguidores eran muy críticos con el clero avaricioso de la época e impulsaron "reformas" que ni siquiera habían llegado todavía al catolicismo como la traducción del Nuevo Testamento a la lengua vulgar (mientras los otros seguían con el latín) o su rechazo a la celebración de misas.

Es por eso que el papa Inocencio III impulsa algunas cruzadas pacíficas en la zona, intenta combatir la herejía pero ninguno de ellas tiene el resultado deseado. A partir de 1209 la lucha se intensifica: se convierte en un conflicto armado y se producen matanzas multitudinarias y persecuciones a los miembros de esta iglesia cristiana. Poco a poco, después de la batalla de Muret (1213), la población cátara se va diezmando y se reparte en refugios francos como el Castillo de Montsegur. Finalmente, en 1321 Guillem de Belhivasta, el último perfecto cátaro conocido, es capturado y ejecutado.

 

Persecución cátara

 

Los cátaros y la leyenda del Santo Grial

 

La muerte del “último cátaro” es al mismo tiempo el nacimiento de su leyenda. El catarismo ha estado rodeado siempre de mitos y falsas historias más bonitas que reales. Durante el romanticismo y la renaixença se los reivindicó como avanzados a su tiempo e incluso se los relacionaba con la brujería o las prácticas de magia negra. Una de las leyendas más extendidas sobre los "bons homes” es que poseían el Santo Grial, el cáliz de madera de donde supuestamente bebió Jesucristo en la última cena y que otorgaba la inmortalidad a todo aquel que bebiera.

Es por eso que en los años 30 Hitler, obsesionado con encontrar la reliquia, contrata a un historiador alemán que le asegura que se tiene constancia de haber sido escondido por los cátaros, en concreto por Guillem de Belhivasta, y que tiene que estar en alguno de los castillos por donde pasó.

Himmler, en quién el führer delega las tareas de investigación, registra a fondo el Castillo de Montsegur y posteriormente viaja hasta Montserrat, donde aunque no pasara Belhivasta, sospecha que ha quedado escondido el cáliz legendario. De las dos visitas no saca evidentemente nada.

 

 

El último cátaro del Pallars

 

Actualmente ya nadie piensa a buscar el Santo Grial pero si os atrevéis, y hacéis caso en algunos historiadores con mucha imaginación, no iréis desencaminados investigando por los rincones del Pallars.

La ruta del último cátaro, sigue la fuga de quien se creyó portador de la reliquia con poderes sobrenaturales. Guillem de Belhibasta, el último cátaro documentado, nos guía a través de su testigo por este recorrido transfronterizo que nos llevará a través del paisaje espectacular del Parque Natural del Alto Pirineo y otros rincones como Tírvia, Llavorsí o Areu, las que hace siglos vieron pasar al último de los "Buenos hombres".

 

Desde hace unos años la red de colaboradores y participantes de la ruta se ha extendido por toda la zona y son muchos los que se deciden a ofrecer actividades paralelas. Haciendo el camino podréis degustar la gastronomía del Pallars y los manjares Cátaros, exclusivamente vegetarianos y libres de pecado cárnico. Además, contáis con una inmensa variedad de alojamientos, desde la acampada hasta los albergues rurales o los hoteles.

 

La web oficial del camino: http://www.camidelsbonshomes.com/ proporciona una información completa y detallada de las rutas y los servicios, de imprescindible visita si os apuntáis a hacer el camino.

Agosto 30, 2018
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