Es bien cierto que Núria te permite observar el día a día del ciclo de la vida. No somos suficientemente conscientes del movimiento que existe alrededor del Santuario: muertes deanimales , aludes, desprendimientos, aves migratorias, etc ... sólo es cuestión de abrir bien los ojos.
Está claro que no es fácil de ver la águila real devorando un rebeco o dos muflones encabritados luchando cuerno contra cuerno por el derecho de montar un rebaño de hembras y así conseguir la perpetuación de la especie.
La verdad es que se necesita mucha atención, observación y un poco de suerte: estar en el lugar adecuado en el momento adecuado. Con el paso del tiempo podemos conseguir dominar un poco estas variables y que el factor suerte sea menos decisivo, es cuestión de acostumbrar la vista a ver lo que se quiere ver.
A veces podemos ver algún rebeco desde el mismo trayecto del cremallera, o podemos obsevar como de repente empieza a aparecer un buitre tras otro formando un auténtico batallón, espectáculo garantizado!, Señal inequívoca de que en algún rincón hay algún bicho muerto .
Como hoy: un rebeco de unos 6-7 años hembra muerto encima del parque lúdico, probablemente caído desde lo alto de Roc Malé ,el jueves o quizás el viernes, a raíz de las fuertes vientos que tuvimos; como siempre los cuervos, grandes exploradores del valle, han localizado el cuerpo del animal en una de sus idas y venidas por todas partes, como dice el refrán: "Cría cuervos que te sacaran los ojos" pues aquí lo podéis ver:
La naturaleza es lista y crea relaciones entre las diferentes especies, el cuervo es capaz de encontrar los cuerpos gracias a sus rondas exploradoras pero sólo es capaz de comerse las partes más blandas como ojos, esfínteres, mamas ... no es capaz de desgarrar al animal para comer su interior. El buitre que sobrevuela a gran altura los valles haciendo sus patrullas, divisa las alas brillantes del cuervo sobre el cuerpo del animal muerto y se precipita hacia el suelo abriendo la piel con su pico para alimentarse él y sus secuaces siguiendo un estricto orden de clases sociales.
Finalmente el cuervo aprovechará los restos que haya y el zorro seguro que intentará arrastrar a uno trozo para esconderlo durante la noche en uno de sus escondites-reserva, y cuando sólo queden los huesos pelados veremos aparecer al majestuoso quebrantahuesos para aprovechar lo que ya nadie quiere.
Texto: Guies de Muntaya , Vall de Núria
Fotos: Guies y Pau Alcañiz