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10 razones para volver a La Molina

La Molina es una de las estaciones preferidas de los amantes del deporte y la actividad física, por lo que, desde el último día de la temporada de invierno muchos esperan con ganas el primer copo de nieve. ¡Y es que la nieve nos encanta!

Dentro de la oportunidad de bajar pistas llenas de nieve, la Molina nos aporta diversos placeres muy peculiares. ¡Os dejamos nuestro listado preferido! ¡Empecemos!

 

1. Esquiar, esquiar y esquiar!

¡Sí! De acuerdo, esquiar nos encanta pero sabes que es un deporte, ¿verdad? Que cuando decimos que nos estamos tirando por las pistas ¡estamos haciendo actividad física! Así que si os gusta el deporte, esquiar siempre es un buen motivo para coger la ropa de nieve y subir a esquiar, esquiar y esquiar!

 

 

2. La bebida caliente de un día de nieve

No hay cosa que se disfrute más que una bebida caliente en un día de nieve, ¿a que sí? Recordar cuando entramos en el bar-restaurante de pista larga, nos sentarse y notamos las mejillas como se nos ponen rojas del calor. ¿Qué hay mejor que degustar un café y uno con unas vistas preciosas de un paisaje nevado?

 

 

 

3. Bolas de nieve.

Algunas tradiciones invernales es hacer muñecos de nieve, hacer el ángel tumbados en la nieve, lanzarnos bolas de nieve o hacer iglús. Tanto si eres pequeño o grande, sabrás sin duda de que es tener las manos frías de jugar con la nieve.

 

 

 

4. La vida de montaña

¡Y a que nos referimos con esto? En invierno podemos subirnos en transportes como trineos, motos de nieve, los famosos pisanieves hasta el Niu de l'Àliga o realizar paseos con raquetas. No todo son esquís y forfaits. ¿Recuerdas la última vez que te tiraste con trineo?

 

  

5. Y después de esquiar ... qué?

Nos gusta esquiar, pero una vez cierran las pistas la diversión no se acaba. Hay alternativas para todos los públicos; curarnos y cuidarnos haciendo una sesión de spa con la pareja y/o amigos, una tarde de tiendas y compras de recuerdos y artesanía  local de las comarcas de montaña, rutas gastronómicas, descubierta en familia de los museos etnográficos del entorno o simplemente disfrutar del ocio nocturno con los amigos ... porqué un fin de semana de esquí es mucho más que deslizarse por las pistas.

 

 

6. El olor de la leña ardiendo

Qué más placentero que pasear tapados hasta los nariz y las orejas, bien abrigados por los pueblos  de montaña. Oler el humo que van sacando de las chimeneas quemando leña de las casas, cuando caminamos por los pueblos de los valles y el frío nos corta la cara.

 

 

7. Paisaje? todo blanco

Silencio, árboles desnudos, los animales hibernando y el bosque y la montaña en un estado de letargo nos transportan a un espacio tiempo donde nada es urgente, nada corre ni estresa. Una buena cura para cuerpo, todo blanco, lleno de blanco y la oportunidad al alcance de todo aquel que se anime a adentrarse en él.

 

 

8. Estrenar el nuevo material de la temporada o sacarlo de los trasteros

Es hora de rescatar el material del fondo del armario, quitarle el polvo y encerar y hacer cantos o bien de buscar cuáles serán las herramientas que utilizaremos para sacar el máximo partido a una temporada que se acerca ... ¿haremos utilizar los esquís "fat" por la nieve polvo o tendremos que decantarnos por unas buenas maderas de alpino con cantos afilados para cortar las autopistas de nieve de las estaciones? ¿Raquetas? ¿Piel de foca o una pala para hacer tu propio park? Cada fin de semana que subimos a pistas es una sorpresa ... ¡hay que estar preparados!

 

 

9. El momento del "postureo" esquiador

Y es que nos encanta compartir la vida mediante las redes sociales. Saber quien más está esquiando mediante hashtags o siguiendo las cuentas oficiales de La Molina. La conversación de bar con los amigos; quien ha bajado más rápido, quien ha hecho el mejor truco en la sesión y el repaso de las redes sociales de unos y otros donde inmortalizamos aquellos momentos de felicidad que tanto nos llenan con la cara roja como un tomate y el cuerpo reventado tras un largo día de acción ...

 

 

10. Buenas noches, mañana es domingo y no hay vermut; esquía!

Aquella sensación después de un sábado intenso y saber de que el domingo toca volver. Que se ha de rendir y hay que descansar el cuerpo y mente para estar al 250% para el día siguiente acabarte todo el dominio esquiable de la estación. Haber subido todos los telesillas y bajado todas las pistas; haber sacado ese truco en el snowpark que te quedó pendiente sábado y que tenías casi planchado. Y sabemos que al día siguiente serás el primero haciendo cola en el telesilla a las 8:45 esperando a volver a bajar.

 

  

¡BONUS! La intriga de si nevará al día siguiente

El ansia que vivimos cuando la previsión de la méteo apunta una nevada histórica y vemos que el cielo está cubierto, caen los primeros copos y es hora de ir a dormir. ¿Qué pasará cuando nos levantamos? Acuérdate de comprar tu Forfait de La Molina



Y vosotros, ¿qué preferís?

Octubre 24, 2018
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