A los que os gusta la montaña, caminar, hacer un pico, subir a un lago, atravesar bosques, caminar cerca de arroyos  imaginaros que en lugar de madrugar, coger el coche, el tren,  hacer una buena excursión y volver a casa cansados pero satisfechos, os quedáis a dormir en la  montaña para al día siguiente volver a disfrutar de la experiencia. Suena bien...?.

Para mí una vuelta por etapas como esta de los  Refugios del Torb,  es sentirte integrado en la montaña. Durante cinco días formas parte de ella, es tu casa. Te aíslas de la rutina del mundo, lo dejas, nunca mejor dicho, por debajo de ti, y adoptas otra rutina: Levantarte temprano por la mañana, desayunar y el único trabajo que tienes es caminar a tu ritmo y no dejar de impresionarte con la diversidad de paisajes que te encontrarás.

Esta magnífica ruta une dos puntos emblemáticos del Pirineo Oriental y la tradición montañera catalana: La Vall de Núria y el Canigó. Pasando por una innumerable lista de lugares míticos como: Camí dels Enginyers, Coma de Vaca, Coll de la Marrana, Esquerdes de Rojà, Pla Guillem, Mariailles, Canigó, Mentet, Carançà, Noucreus o Núria.  En su versión Torb estandar esta vuelta de 73 km. y casi 5.000 mts.  de desnivel se realiza en 5 días, después, si queréis,  hacer picos o visitar valles cercanos encontrareis multitud de posibilidades en la web: http://www.refugisdeltorb.com

Sea cual sea la opción escogida la organización os dejará todas las reservas realizadas, así durante la vuelta no te has de preocupar por temas logísticos, y al final de cada etapa tienes la sensación de que te están esperando. La ventaja de hacer una travesía con refugios es total, es un placer poder caminar con una mochila de unos 6 kg. en lugar de hacerlo con una de 20 kg. si tuvieras que llevar tienda, saco, fogón, etc. Otro factor a destacar de una vuelta de estas características son las relaciones con el resto de excursionistas, tanto si vas solo como acompañado, cuando llegas a un refugio eres uno más de la comunidad de aquel día. Cenarás, dormirás y desayunarás con otros excursionistas de lugares diferentes, llenos de historias para explicar, quizás seas tú quien sorprenda al resto con alguna anécdota de la jornada. Cada alojamiento de la ruta tiene su personalidad, algunos rozan la excelencia como en Mentet por la acogida, la cocina, la confianza... Otros son prácticos y cumplen su función de una manera más austera,… hay de todo.

En nuestro caso escogimos la opción “Torb Standard” pero en cuatro días, por fuerza ya que ni  el trabajo ni los abuelos (suerte tenemos de ellos) permitía otra combinación. Así que nos vimos obligados a juntar dos etapas y, siguiendo la recomendación de la organización, hicimos Mentet-Carançà-Núria en una.

Al ser del Ripollès aprovechamos la proximidad para iniciar la ruta desde el Albergue de Núria  donde nos hacen entrega del pack de bienvenida, y así a la vez disfrutamos del viaje en cremallera http://valldenuria.cat. Una jornada en la que no encontramos a nadie en la montaña, cosa difícil, y donde después de recorrer todos los rincones del camino de los Enginyers comemos un buen bocadillo en el refugio de  Coma de Vaca con el amigo Xavier y nos ponemos al día de cosas. Siempre me deja alucinado la grandeza del llano de Coma de Vaca, y en un día como hoy, con algunas nieblas, nubes, etc. lo hace todavía más intenso. Una niebla precisamente nos deja en el Hostal Pastuira donde estamos solos y somos tratados como reyes.

La segunda jornada aunque es la más larga, es cómoda por el poco desnivel que tiene y es fascinante por la grandeza del paisaje. Me atrevería a decir que de todas las excursiones del Pirineo es la que tiene unas vistas más extensas!!. Y eso que la niebla ha jugado a aparecer y desaparecer haciendo todavía más brillante esta larga etapa. Un rápido descenso nos deja a Mariailles en la falda del Canigó. Nos gustaría poder hacer el pico del Canigó, pero con tan pocos días no vemos ninguna posibilidad.

No se porqué nos mentalizamos que la tercera etapa entre Mariailles y Mentet es más “light”, puede ser porque va a poca altura; pero os aseguro que la subida del Coll de Mentet no tiene nada de “light”. Después, gran sorpresa por la acogedora Gîte d’Etape de La Girade y por la calidez en el trato de la Erika. Es mi 42 aniversario y coincide que hay unos músicos belgas alojados que después de la magnífica cena, nos sorprenden con un conciertillo. No se puede pedir más…!.

La cuarta etapa es la que juntamos con la quinta y vamos un poco “apretados” en horario. Las fuerzas ya no son como las del primer día, hay alguna ampolla que saca la cabeza por la planta de nuestros pies y hace un viento bastante frío. Aún así después de sudar la camiseta en el coll de Pal…, vaya cómo sube…!, llegamos a Ras de Carançà.  Un refugio escueto, sencillo pero en un enclave magnífico. Una charla, un bocado, una cervecita y arriba  que nos queda un largo camino.

Quien no conozca el Valle de Carançà, recordará esta etapa para siempre… Para mi que conozco muy bien los valles que rodean Núria, es la más bonita, sin duda. Supongo que la magia de las montañas junto con la magia del agua, los lagos, las rocas, montañas…….

Y con un poco de sufrimiento llegamos al Coll de Noucreus, donde volvemos a ver el Santuario de Núria y el final de nuestra ruta. Ya  tenemos ganas de llegar, estamos cansados, ya no hablamos tanto como los primeros días, el cansancio psicológico hace que poco a poco el cerebro empieze a activarse con asuntos pendientes, las rutinas diarias no siempre deseadas, los problemas del trabajo…. pero mañana, cuando volvamos a la tarea doméstica o cuando el trabajo nos vuelva a estresar una vez más, siempre podemos cerrar los ojos y llenarnos de la fuerza del recuerdo y la satisfacción de haber hecho esta ruta tan bonita de los Refugios del Torb.

Texto y fotografías: David Codony