Para los que lo sepan, parte del equipo de Social Media trabaja en las oficinas de Barcelona del Grup FGC.
Nuestros becarios, Berta y Dani habn estado trabajando duro para ayudar a dar vida y llenar de contenido interesante la web y los perfiles sociales de La Molina. Pero resulta que... ¡No habían estado nunca en La Molina!
Decidimos poner remedio a la situación organizando un fin de semana en La Molina para que pudieran disfrutar de las actividades estrella de La Molina en verano y pudieran ponerse en vuestra piel.
El plan era de lo mejorcito:
Día 1: hacer descenso en La Molina Bike Park y subir con el telecabina hasta el Refugio Niu de l’Àliga, donde pasaríamos la noche.
Día 2: Bajar con el telecabina hasta las oficinas e ir al Parque de Aventuras en los Árboles, tirarnos por el Tubbing y para terminar la jornada en la piscina. ¿Suena bien verdad? Bien, pues vamos a por la crónica de nuestra visita, que acabará con un becario por los suelos y otra colgada de los árboles.
¿Quieres acompañar a Dani y Berta en su aventura? ¡Ponemos rumbo a La Molina!
Salimos de Barcelona hacia el mediodía, y en unas 2h ya estábamos en La Molina, listos para ponernos las protecciones de descenso.
Arnau, el Bike Patrol encargado del alquiler de material equipó a nuestro becario Dani hasta las cejas para que hiciera la primera bajada de su vida en un Bike Park.
Dani subió decidido al telesilla hasta Cap de Comella, la nueva zona de La Molina Bike Park. Para los primerizos se recomienda empezar por circuitos fáciles y menos pendiente, así que desde el mismo telesilla accedimos a la pista azul Moli, para seguir luego por la Bosc, que es verde.
¡Fue genial! Ricard, biker y responsable del grupo nos dio varios consejos para disfrutar al máximo de la bajada sin caernos. Uno de los mejores consejos que podríamos daros tras nuestra experiencia es que sigáis el camino del circuito, si decidís ir por el césped puede que os pase esto:
Pero, ¿qué es del aprendizaje sin las caídas? ;)
Fue un milagro que se grabara la caída y también que no se hiciera ni un rasguño, suerte que iba bien equipado.
Una vez a bajo, devolvimos los equipos y cogimos el telecabina, que sube por la zona de tosa, a unos 20 minutos andando hasta el refugio Niu de l'Àliga.
El refugio está situado a 2.537m de altura, en la cima de la Tosa d’Alp. Se trata del refugio guardado más alto del pirineo, desde el cual se puede disfrutar de unas vistas inmejorables del valle de La Cerdanya, el Ripollès y el Berguedà.
Cuando llegamos allí, aprovechamos para tomar algo en la terraza y ducharnos antes de la cena. ¡Y qué cena! Uno no se imagina recibir esos platos gourmet en un refugio de alta montaña: tártar de salmón, lasaña, sopa casera... Incluso tenían opciones para nuestra becaria intolerante al gluten y la social media vegetariana (hay que avisar con antelación si tenéis alguna alergia o dieta especial). Vaya par...
Lo mejor de la experiencia en el Niu de L’Àliga fue sin duda el atardecer y el amanecer, que lucían unos colores y una paz que son difíciles de encontrar en otros lugares...
Tras la preciosa salida del sol, tomamos el telecabina de vuelta para bajar hasta las oficinas y hacernos con el forfait Non Stop La Molina, que te permite disfrutar de un montón de actividades por solo 27 €: Bike Park, piscina, acceso al telesilla y en el telecabina, actividades en el lago, acceso al gimnasio, voley y mucho más!
Hacía calor, así que decidimos empezar por un paseo en barca de pedales. ¡Qué relax!
En la misma zona lúdica del lago pudimos jugar a volley y dar un paseo hasta el parque de aventura en los árboles.
El parque de aventura en los árboles cuenta con tirolinas, puentes tibetanos, puentes colgantes, saltos de Tarzán, entre otros. Este circuito permite hacer varios circuitos de niveles diferentes, los cuales son aptos para todos los públicos desde 4 años. Nosotros nos decantamos por empezar en el circuito azul, que se hace en una hora aproximadamente y está a una altura de 1,20 metros. El siguiente nivel es hacer también el circuito rojo, que está a 1,40 metros de altura.
Después vestirnos con los arneses, nuestro monitor nos hizo un breve tutorial de seguridad con las cuerdas, para que estuviéramos asegurados durante todo el circuito.
Todo iba bien hasta que terminamos el circuito y nos dimos cuenta de que nos faltaba Berta, nuestra becaria intrépida de Oliana. Miramos hacia arriba y allí estaba, bien sujeta a las cuerdas y avanzando a paso de tortuga por el puente colgante.
Con las piernas temblorosas por el vértigo, poco a poco consiguió llegar al reto final: la tirolina. Su primer impulso fue pedir una escalera, pero finalmente decidió que la acabaría ella sola. Después de un "culo de antemano culo por detrás" y 10 minutos de incertidumbre dio el salto y voló hasta la red de seguridad.
Solo hay que ver esa sonrisa para ver que en realidad se lo pasó genial.
Para bajar un poco el nivel de adrenalina nos dirigimos al Tubbing, que también está incluido en el forfait Non Stop. ¡No hace falta ser un niño para pasarlo bien!
Hambrientos de tanta actividad, fuimos a comer en el Restaurante El Bosc, al lado de la piscina. Después una buena comida, decidimos terminar el día como lagartos tumbados al sol en el césped de la piscina. ¡Ideal!
¿Qué os haa parecido nuestra experiencia? Nos encantaría leer vuestros comentarios y recomendaciones de vuestras actividades favoritas en La Molina :)
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